Con solo tocar
una pantalla táctil, ya sea ubicada en el volante o en el botón de arranque, el vehículo podrá discernir si la persona está en condiciones
de conducir. Si determina que la concentración de alcohol en sangre
está por encima del límite permitido, entonces el coche directamente no
arrancará.
Un papel científico de la DADSS (The Driver Alcohol
Detection System for Safety) explica cómo funciona este mecanismo:
radiación infrarroja es emitida por el vehículo. Parte de la radiación se
refleja en la superficie de la piel y es recolectada por el emisor de luz. El
haz que se refleja tiene información de diferentes parámetros químicos del
conductor, entre ellos el nivel de alcohol en sangre.
La otra solución
que propone la DADSS se basa en el aliento del
conductor, una práctica más cotidiana para todos nosotros. Al
contrario al dispositivo usado por la policía, la nueva tecnología no requerirá
que el conductor sople a presión, sino que el solo hecho de respirar normalmente en el asiento del conductor bastará para
medir la dosis de alcohol en sangre:
"aunque el vídeo no tiene subtítulos, puedes activárselo con la opción de YouTube"
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