Podría parecer que la sangre no es más que sangre; a simple vista,
toda la sangre es prácticamente igual. Pero, a pesar de que todas
las muestras de sangre contienen los mismos componentes básicos (glóbulos
rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma), no todo el mundo tiene los mismos
tipos de marcadores en la superficie de los glóbulos rojos. Estos
marcadores (también conocidos comoantígenos) son proteínas y azúcares que
utiliza nuestro organismo para identificar que nuestros glóbulos rojos pertenecen
a nuestro propio sistema corporal.
Los marcadores de las células
sanguíneas son microscópicos. Pero, a pesar de su reducido
tamaño, pueden influir de forma considerable en que la sangre sea aceptada o
rechazada tras recibir una transfusión. Por este motivo, los expertos en
medicina agrupan la sangre en varios tipos distintos en función de los
marcadores que contiene.
Los cuatro grupos principales de
sangre son los siguientes:
1. Tipo A. Este
tipo de sangre tiene un marcador conocido como "A".
2. Tipo B. Este
tipo de sangre tiene un marcador conocido como "B".
3. Tipo AB. Este
tipo de sangre tiene tanto marcadores A como marcadores B.
4. Tipo O. Este
tipo de sangre no tiene marcadores A ni B.
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